El queso manchego es un emblema internacional de la calidad gastronómica de España. Este delicioso queso, al igual que el pollo, es muy apreciado por adultos debido a su gran sabor; y con frecuencia está presente en la dieta de niños y jóvenes en etapas de crecimiento, pues tiene propiedades nutricionales muy beneficiosas para impulsar el rápido desarrollo de su cuerpo. La preparación de hoy combina el queso manchego semicurado con la pechuga de pollo en una explosión energética.

Todos pueden consumir queso manchego semicurado o curado cuando lo deseen; lo importante en este caso es tener los niveles de colesterol adecuados y seguir una dieta equilibrada con el consumo diario de alimentos variados y en cantidades adecuadas. El aporte de calcio y proteína que se obtiene con el consumo del queso manchego es significativo. Además, el índice glucémico y la carga glucémica del queso manchego es bastante bajo. Así que aprovecha sus muchas ventajas.

El queso manchego aporta una buena cantidad de vitaminas A, D y E y no propicia la formación de cálculos renales, como otros quesos. Con estos datos tan importantes, si tienes la oportunidad de obtener este excelente producto, inclúyelo con frecuencia en tus preparaciones. A continuación te detallamos una exquisita receta, toma nota.

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Pechuga de pollo rellena de queso manchego

En esta ocasión la receta no sólo es de fácil preparación, sino que la unión de los nutrientes del queso manchego y del pollo te garantiza una excelente alimentación, de fácil digestión y con un sabor nivel gourmet.

Ingredientes

1 pechuga de pollo deshuesada.
1 loncha de queso manchego semicurado o curado (a tu gusto)
Sal y pimienta.
Un poco de aceite de oliva virgen extra.
1 loncha de foie semi cocido (mi cuit).
Hilo para cocinar.

Preparación

Abre por la mitad la pechuga de pollo, cúbrela con papel film y aplánala con un mazo de cocina hasta obtener un filete de pollo muy delgado; retira del papel film y salpimenta por ambos lados. Coloca sobre la pechuga el foie mi cuit y el queso manchego, enrolla sobre sí mismo procurando que no se salga ni el queso, ni el foie. Procede a atar el rollito de pollo y queso manchego con hilo para cocinar.

Precalienta por 5 minutos una plancha a alta temperatura, cuando esté bien caliente úntala con un poco de aceite y coloca el rollito, dora 3 minutos por cada lado y luego baja un poco la llama. Continúa cocinando hasta que esté a tu gusto, retira y deja reposar. De seguida, rebana finamente el calabacín, salpimenta y ponle un toque de aceite.

Asa las rodajas de calabacín en la plancha. Retira el calabacín, desenrolla el rollito, rebánalo y sirve acompañado de las ruedas de calabacín. Esta receta es excelente para degustar junto con una rica cerveza artesanal bien fría o un buen vino de Castilla La Mancha, y por supuesto alguien que nos acompañe con una buena conversación.

Buen provecho.